miércoles, 8 de febrero de 2012

Día internacional contra la Explotación y Tráfico de Mujeres


La ONU calcula que hay alrededor de 180.000 mujeres víctimas solo en Europa


Por Sylvia Ubal

Este viernes 23 de Septiembre 2011 se celebró el Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños que fue proclamado por la UNESCO para honrar la victoriosa revuelta de esclavos y personas explotadas de Haití, en 1791, que concluyó con la independencia de ese país en 1804. Y fue instaurado en enero de 1999 por la Conferencia Mundial de la Coalición contra el Tráfico de Personas de Dhaka (Bangladesh). Los responsables del país asiático decidieron escoger el 23 de septiembre como homenaje a la primera norma legal que se promulgó en el mundo contra la prostitución y el día 23 de septiembre de 1913 en Argentina la Ley Nº 9.143 la primera ley en América que protege a las víctimas de explotación sexual, combate el flagelo y penaliza los responsables

De ese grupo se estima que el 90% son mujeres, adolescentes y niñas explotadas sexualmente. Las víctimas de estos delitos deben enfrentarse a condiciones degradantes ante la negación de sus derechos como la libertad y la salud sexual y reproductiva principalmente, a condiciones modernas de esclavitud, violencia, abuso sexual, embarazos no deseados, abortos inseguros y tratos crueles e inhumanos.
La trata de personas es un proceso que incluye diversas acciones: el reclutamiento o secuestro, el traslado (ya sea dentro de un mismo país, o entre diferentes países), la recepción y alojamiento de la víctima en el lugar de destino, y su explotación en un contexto de amenazas, engaño, coacción y violencia.

El tráfico de mujeres en América Latina y el Caribe tiene dos características principales: el tráfico interno, en el que mujeres, niños, jóvenes y hombres son trasladados de una zona a otra dentro de su propio país, y el tráfico externo, en el que son trasladados a otro país. Este último esta dirigido a cubrir una demanda más amplia en el mercado internacional y por ello esta relacionado directamente con redes de Estados Unidos, de Europa y Asia, que tienen sus puntos de operación y reclutamiento en nuestra América Latina. Los centros más activos estarían localizados principalmente en Brasil, Argentina, Uruguay, Perú, Ecuador, Surinam, Colombia, Venezuela, Republica Dominicana y las Antillas, donde se inicia el tráfico hacia los centros de distribución ubicados en países ricos del hemisferio norte, principalmente EEUU, Europa (España, Grecia, Alemania, Bélgica y Holanda), medio oriente (Israel) y Asia (Japón).

Las Naciones Unidas calculan que hay alrededor de 180.000 mujeres víctimas de la trata de personas con fines de explotación sexual en Europa. Según un estudio de la OIT, en 2010, cerca de 2,8 millones de niños, niñas y adolescentes inmersos en las peores formas de trabajo infantil (trabajo forzoso o en régimen de servidumbre, en conflictos armados, explotación sexual comercial y actividades ilícitas) habían sido víctimas de trata. En América Latina y el Caribe, la mayor parte de las personas menores de edad en situación de trata se encuentran en explotación sexual comercial, las víctimas pueden sufrir consecuencias como embarazos no deseados, infecciones de transmisión sexual, VIH-Sida, agresiones físicas y emocionales, adicciones a drogas, humillaciones, baja autoestima, se sienten culpables de lo que les sucede y no encuentran una salida al problema.
La trata de personas es en sí misma una gravísima violación de los derechos humanos. Según la Organización Internacional del Trabajo OIT, la trata afecta cada año a unas 2.500.000 personas, especialmente a mujeres y niñas, en todo el mundo y es un negocio transnacional que genera mas de 52.000 millones de dólares anuales, situándose en el tercer lugar entre los negocios ilícitos más lucrativos, el tráfico de drogas y de armas.

En este contexto, prevención y denuncia son las principales herramientas contra la trata y la explotación sexual comercial
Por esto decimos: ¡No a la trata de personas, no a las vidas robadas, no más mujeres, hombres, niños y niñas víctimas de las redes internacionales de trata de personas!

sylviaubal@gmail.com

Publicación Barómetro 29-09-11

¿Por qué la Black Berry se llama así?




Le pusieron así porque cuando había esclavitud en los Estados Unidos, a los esclavos nuevos se les ataba una bola negra de hierro muy irregular, o sea, no era una bola perfecta. Tenían una cadena y un grillete al pie, para que no escaparan corriendo de los campos de algodón. Los Amos, para usar un eufemismo (palabra políticamente más correcta, que suena más bonito), le llamaban "Black Berry" (cereza negra) porque se asemejaba a dicha fruta. Ese era el símbolo antiguo de esclavitud que decía que estaría forzado a dejar su vida hasta perecer sin poder escapar en esos campos de siembra.

En los tiempos modernos, a los nuevos empleados no se les puede amarrar una bola de hierro para que no escapen, en cambio, se les da un "Black Berry" y quedan inalámbricamente atados con ese grillete, que al igual que los esclavos, no pueden dejar de lado y que los tiene atados al trabajo todo el tiempo. Es el símbolo moderno de la esclavitud.

Algún un usuario de este celular sofisticado diría, “Yo tengo uno, al igual que todos los demás gerentes y directores” y se sume su uso como una adicción, donde todos están pegados a la dichosa maquinita todo el tiempo, como un droga; en el baño, en el auto, en el cine, en la cena, al dormirse y no hay forma de escapar cuando llama el jefe o cuando te mandan correos. No hay manera de decir que no te llegó o que no escuchaste porque este teléfono chismoso te avisa si llamaron y no contestaste, si tienes mensajes por leer, si los leíste y si los demás abrieron tus correos, te marca citas, horarios, te despierta, se apaga solo, se prende solo, y te permite estar idiotizado horas en la Internet, mientras tu esposa, esposo, novia o novio y tus hijos y familia te reclaman porque no les pones atención. Y ahí los ves, modernos ejecutivos que se sienten muy importantes porque "el jefe" les dio su "Black Berry" para que no escapen de los campos de trabajo.

Sólo las ventas anuales de este aparato en el mercado venezolano duplican a las de Brasil y México, juntos en estos últimos seis meses del año se han vendido más de 150 millones de teléfonos Black Berry. Lo que confirma la automatización y la dependencia consumista de la nueva tecnología comunicacional.

Sylvia Ubal