El efecto invernadero
es el efecto más devastador de los Siglos XX y XXI
Cada 21 de septiembre asumimos la defensa de nuestro
ecosistema. Este mes tiene gran significado en fechas históricas, positivas y
negativas a nivel mundial. Para Uruguay,
Argentina y Brasil el 21 de septiembre
es el día de la primavera, pero también en esta fecha el Día Internacional de
Lucha contra los Monocultivos de Árboles.
En Venezuela y varios países de Latinoamérica se celebra el día mundial
“Contra el cambio climático”. Esta fecha ha sido asumida por los ecologistas de Avaaz.org, debemos
señalar que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1981 en su Asamblea
General establece que el 21 de septiembre, es el “Día Internacional de la
Paz” y “estaría dedicado a conmemorar y
fortalecer los ideales de paz, en cada nación, en cada pueblo y entre
ellos".
Día Internacional de Lucha contra los Monocultivos de
Árboles
Esta fecha que fue lanzada en el año 2004, en Brasil, por
parte de la Red Alerta contra el Desierto Verde, sirve para tener un día
especial al año para denunciar los graves impactos del modelo de producción
industrial de árboles a gran escala sobre las comunidades y los ecosistemas.
Año tras año organizaciones y movimientos sociales alzan su voz durante este
día en varias partes del mundo para manifestar su rechazo al avance de las
plantaciones forestales para exigir que se detenga la expansión de las
plantaciones industriales de árboles, dar
visibilidad a sus luchas y denunciar los impactos negativos que generan
las plantaciones de árboles sobre sus medios de vida y sus territorios, es una
fecha para celebrar la resistencia y la solidaridad y levantan sus voces para
decir ¡Basta ya de monocultivo de árboles que atenta contra la soberanía de
nuestros pueblos!
La Organizaciòn
Amigos de la Tierra viene alertando desde hace muchos años la creciente
financierización de la naturaleza promovida por los agentes financieros, la
banca internacional y las corporaciones transnacionales, que cuentan además con
el aval de nuestros gobiernos.
Mientras el capital financiero gana más dinero explotando
servicios ambientales, también incentiva a través de fondos especulativos la
expansión de los monocultivos de árboles, ya sea para celulosa, aceite o
caucho, o para carbono Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación
de bosques (lo cual se conoce con la
sigla REDD+) y energía como parte de las falsas soluciones a la crisis
climática generando un mayor acaparamiento de tierras y cada vez más impactos
sobre las comunidades locales.
A nivel global se estima que las plantaciones industriales
de árboles han quintuplicado su superficie, sobre todo en los países del Sur,
donde los actores involucrados en el negocio encuentran condiciones más
favorables.
Uruguay no está ajeno a este proceso, se encuentra en la
lista de los que han tenido niveles de expansión muy altos; hoy tiene más de 2
millones de hectáreas forestadas con especies “exóticas” (pinos y eucaliptos),
El país perdió cientos de miles de hectáreas, y decimos que las perdió porque
están en manos de un puñado de trasnacionales del sector forestal. Y bien
sabemos que los monocultivos industriales de árboles, cuando llegan se quedan
largo tiempo, para desgracia de quienes los rodean, porque pierden el agua, sus
producciones locales, sus vecinos, su paisaje, su identidad.
Día Internacional “Contra el cambio climático”
Por iniciátiva de la Organización de Ecologistas de
Avaaz.org decidieron celebrar el domingo 21 de septiembre de 2014 con un acto
en Venezuela y varios países del mundo.”Contra el cambio climático”, con el
objetivo de movilizar y sensibilizar a millones de personas acerca de los
efectos del cambio climático y el grave peligro que conlleva el calentamiento
global.
Se realiza con el fin de reforzar la conciencia pública a
escala mundial sobre los problemas relacionados con el cambio climático, que es
uno de los mayores desafíos a que deberá responder la humanidad en los próximos
años. Incremento de las temperaturas, deshielo de los glaciares, multiplicación
de las sequías y de las inundacione, todo apunta a que el cambio climático ha
comenzado. Los riesgos son inmensos para el planeta y las generaciones futuras,
lo que nos obliga a actuar de forma urgente.
El Cambio climático es, sin duda, el problema ambiental más
devastador del Siglo XX y XXI, generando inundaciones, sequias, tormentas
severas, huracanes… La destrucción de ecosistemas pone en peligro no sólo a las
comunidades que dependen directamente de ellos sino también al planeta entero.
El aumento de los gases de efecto invernadero en la atmósfera se debe en gran
medida, a la quema de combustibles fósiles como la gasolina, el diesel y el
gas, que emiten dióxido de carbono. De igual forma, la descomposición de los
basureros y la crianza de animales genera millones de toneladas de gas metano y
lo mismo ocurre con el uso de fertilizantes que generan óxido nítrico. También
influyen la creciente destrucción de los bosques y el cambio en el uso del
suelo. Todo eso agudiza el impacto de las crisis globales.
Día Internacional de la Paz
El Día Internacional de la Paz se estableció originalmente
en 1981 en la resolución 37/67 de la Asamblea General de las Naciones Unidas
(ONU) que declaró que el 21 de septiembre será una fecha orientada para
celebrar y observar la paz.
Un día dedicado a conmemorar y fortalecer los ideales de paz
en cada nación y cada pueblo. La ONU debe velar y trabajar para los habitantes
de todos los países del mundo, asegurar la paz y la seguridad, promover la
democracia y proteger los derechos y libertades no solo para un puñado de
parásitos ávidos de acumular riquezas materiales a costa del saqueo y del
sufrimiento de pueblos enteros,
En muchos casos, quienes especulan con el “negocio de la
naturaleza” son los mismos que se enriquecen destruyéndola. Mientras el capital
financiero explora los “servicios ecosistémicos”, también continúa expandiendo
sus intereses en actividades destructivas. Por ejemplo, es cada vez más común
que los fondos de pensiones o de inversión de los países del Norte especulen e
inviertan en grandes plantaciones industriales de árboles en los países del
Sur. Los impactos negativos que esto tiene sobre los ecosistemas, la
biodiversidad, las fuentes de agua y los medios de supervivencia de las
comunidades locales han sido ampliamente demostrados.
La ONU sí puede tomar medidas que hagan frente a la urgencia
de frenar el cambio climático debe exigir a los principales responsables del
calentamiento global políticas urgentes y concretas para frenar las emisiones
de gases de efecto invernadero. Estas políticas pasan, inevitablemente, por una
reducción del consumo de energía.
La ONU afirma que la degradación de la tierra convierte a
las zonas en lugares absolutamente inseguros y esa inseguridad puede
desestabilizar naciones. La desertificación está plenamente relacionada con los
cambios climáticos, la conservación de la biodiversidad y la necesidad del
manejo sustentable de los recursos naturales.
Por eso hacemos un llamado a unir nuestras luchas para
exigir a los gobiernos que paren la expansión de monocultivos de árboles, la
destrucción despiadada del planeta, el aire, el agua, el clima y todas las
formas de vida que lo habitan y que inician un proceso de desmantelamiento de
la especulación y de la mercantilización de la vida.
El Cambio Climático clama por la acción urgente. Por eso
estamos todos invitados a marchar el 21 de Septiembre en nuestras
ciudades. En Venezuela el símbolo es un
Corazón Verde que simboliza el Amor por el Planeta, el Amor por las Energías
Limpias, por nosotros como seres que habitamos este planeta
sylviaubal@gmail.com