viernes, 6 de marzo de 2009
El medio ambiente sufre las consecuencias del “calentamiento global”
Deshielo en la Antártida
Por Sylvia Ubal
Un sector de la plataforma de hielo Wilkins, que tiene una extensión de 14.000 kilómetros cuadrados y está ubicada en la península antártica, ha comenzado a desprenderse de esa plataforma, como consecuencia del "calentamiento global", ha informado un grupo de investigadores del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) español..
La placa de Wilkins es aproximadamente del tamaño del Estado Cojedes en Venezuela, es una gran superficie de hielo permanente sobre el mar y está ubicada al oeste de la península antártica, a unos 1.600 kilómetros de distancia del continente suramericano. De la masa de hielo que se han desprendido de esa área helada, gigantescos icebergs comienzan a dispersarse por todo el Océano Antártico. Y esto producirá un aumento de unos milímetros en el nivel del mar en todo el planeta.
La lengua continental más próxima a Sudamérica es la región del planeta que más acusa el calentamiento global en el último medio siglo; las temperaturas han aumentado allí medio grado por década.
Las consecuencias de este gran desprendimiento son varias, buenas y malas.
Las buenas pueden ser beneficiosas para la ecosistema de la zona ya que la gran cantidad de icebergs producidos por el desprendimiento, al fundirse, van a liberar una serie de sustancias que estimularán el aumento del plancton, lo que producirá una mayor cantidad de alimento que puede hacer crecer la fauna (como focas, ballenas y otras especies marinas).
Por otro lado existen las consecuencias negativas, tales como el incremento de la incidencia de los rayos solares sobre la Tierra, favoreciendo el calentamiento global; y el aumento del nivel del mar al fundirse las placas de hielo, lo que puede ser peligroso a largo plazo. El deshielo continuado en los dos polos inundaría amplias zonas costeras de la Tierra. La amenaza continúa latente sobre este continente helado.
La desintegración de una enorme porción de la placa de Wilkins supone un broche triste para el Año Polar Internacional, que se clausura en marzo. En el transcurso de la efemérides, celebrada entre 2007 y 2009, «se ha visto lamentablemente la mayor pérdida de hielo documentada hasta el momento, tanto en el Ártico, con pérdida récord de hielo marino en 2007, como en la Antártida, donde ahora asistimos a un retroceso dramático del hielo», explicaba desde el 'Hespérides' Carlos Duarte, del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados y coordinador del Proyecto ATOS en ambos océanos polares, en el que participan investigadores de las Universidades de Lancaster, del Algarve, de Québec y de Harvard.
sylviaubal@gmail.com
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