martes, 26 de mayo de 2009
Las trasnacionales producen 500 billones de bolsas
Alrededor de 100 mil animales marinos mueren cada año por basura no biodegradable
Por Sylvia Ubal
La triste historia de las bolsas plásticas, las prácticas e inofensivas bolsas que nos “regalan” y acumulamos por los rincones de nuestras cocinas se han convertido en un real problema ecológico, conforme transcurra el tiempo se convertirán en una severa crisis ambiental en todo el planeta, si no se toman medidas urgentes a nivel mundial.
Para fabricar las bolsas plásticas se necesita de un precioso recurso natural no renovable, el petróleo, que además de ser un combustible fósil que genera contaminación se está acabando. ¿Y lo malgastamos fabricando más bolsas hechas de plástico? Cada año en el mundo se producen aproximadamente entre 500 billones y un trillón de bolsas que se regalan en las tiendas, supermercados y establecimientos comerciales y que se convertirán en basura a los pocos minutos de su uso, ya que nos hemos vuelto dependientes de estas prácticas, pero peligrosas y contaminantes formas de cargar nuestras compras.
Sin embargo, ¿a quién le importa el destino de las bolsas plásticas?, sobre todo en una sociedad de consumo y en una subcultura ambiental en que nadie se detiene a pensar en el daño que indirectamente le causa al medio ambiente cada vez que sale de un centro comercial portando consigo esa clase de recipientes plásticos que, al llegar a su casa, los destina temporalmente para guardar o envolver algún objeto, pero a la larga va dar al depósito de la basura, si no es que se las bota en la calle y que la mayoría de estas van a nuestros ríos, lagos, mares y océanos del mundo a través de los desagües y cañadas y con suerte en inmensos depósitos de desechos, donde para degradarse deberán esperar quinientos años o más para desaparecer, mientras en medio de su proceso de descomposición contaminan el suelo no sólo visualmente sino también químicamente.
Alrededor de 100.000 animales marinos como pingüinos, ballenas, tortugas, focas, peces, marsopas, aves marinas y delfines mueren cada año debido a la ingesta de bolsas plásticas que se han convertido en basura y que llenan mares y océanos y lo peor es que una vez que su víctima ha muerto y se descompone, la bolsa plástica no se degrada y vuelve a ser un elemento mortal para otros animales.
Una botella de plástico puede tener una vida de 450 años y sus miles de fragmentos milimétricos no biodegradables, muy resistentes y estables, son una amenaza para estos animales que suelen confundirlos con la comida.
El 20% de la basura recogida de las playas son bolsas plásticas junto con envases de licor, sodas, cervezas y otras latas; es decir que además de provocar la muerte a muchas especies se han convertido en basura que contamina el paisaje y se acumula en playas de todo el mundo, gracias a las personas que las botan sin ninguna consideración ni cuidado.
La norteamericana Academia Nacional de Ciencias de EEUU realizó un estudio al respecto, habiendo llegado a determinar que las embarcaciones transoceánicas arrojaban en conjunto 4 millones de kilos de plástico al mar, y esa es la razón por la cual los vertederos de basura del mundo están saturados de bolsas plásticas; en tanto que miles de ellas son arrastradas hacia distintos lugares de la Tierra. Se han encontrado bolsas plásticas flotando en el Norte del Círculo Ártico y en las Islas Malvinas.
En China una de las principales preocupaciones es la basura, las bolsas de plástico que vuelan por las calles son llamadas “contaminación blanca”. Que ahorrará 37 millones de barriles de petróleo cada año gracias a la prohibición de bolsas plásticas gratuitas En Sudáfrica, las bolsas son tan notorias en el campo que se han ganado el despreciativo título de “flores nacionales” porque rotas y enredadas en los arbustos nos anuncian que nos estamos aproximando a una ciudad, o a las que vemos salir flotando desde la ventana de un carro.
Tomando medidas drásticas
Algunos países están tomando medidas drásticas contra el uso de las bolsas de plástico. En algunos países sencillamente han decidido que si alguien quiere su bolsa en la bodega, que le cueste unos centavos. Medida drástica y efectiva aunque no ataca las raíces del problema.
Entre los países que han prohibido o tomado acciones para desalentar el uso de las bolsas de plástico se encuentra Irlanda, que fue la primera en Europa en poner impuestos a las bolsas plásticas en el 2002. De esta forma, ha reducido el consumo en un 90%. Australia, Bangladesh, Italia, Sudáfrica y Taiwán. Mumbay (antes Bombay), India, también ha prohibido las bolsas. Israel, Canadá, India del Oeste, Botswana, Kenya, Tanzania, África del Sur, Taiwán y Singapur también han prohibido las bolsas plásticas.
El 27 de marzo del 2007, San Francisco se convirtió en la primera ciudad de EE. UU. en prohibir las bolsas plásticas, según NPR.org (National Public Radio). Oakland y Boston están considerando la prohibición.
Los australianos usaban cerca de 7,000 millones de bolsas al año, y cerca de 1,200 millones de ellas al año se entregaban gratis en Irlanda antes de las restricciones del gobierno, de acuerdo a estimaciones gubernamentales.
En Irlanda hay unas propuestas legislativas impositivas de un impuesto de cerca del 20 por ciento que los clientes finales han tenido que pagar por cada bolsa de plástico desde marzo de 2002. El uso de bolsas plásticas en Irlanda cayó en más del 90 por ciento luego de que se aprobó el impuesto, y el gobierno ha reunido millones de dólares para programas de reciclamiento. Similar legislación fue introducida hace un tiempo atrás en Escocia y está en discusión en el resto del Reino Unido.
En Australia, cerca del 90 por ciento de los negocios minoristas han firmado acuerdos voluntarios con el gobierno para reducir el uso de las bolsas de plástico. Una ley que entró en vigor el año pasado requiere que los restaurantes, supermercados y las bodegas, cobren a los clientes por las bolsas y los utensilios de plástico. Esta ley ha resultado en una reducción del 69 % en el uso de productos de plástico, según informes de la prensa.
“Cada pieza de basura tiene un rostro humano detrás. Si ellas son un daño para el medio ambiente en términos de deterioro visual, entonces la gente necesita dejar de ensuciar el ambiente”, dijo Rob Krebs, portavoz del Consejo Americano del Plástico.
Estudios realizados por un grupo ambientalista californiano sobre el uso de las bolsas plásticas estiman que los norteamericanos usan cerca de 84 mil millones de bolsas plásticas anualmente.
Las primeras bolsas de plástico para sándwiches fueron introducidas en 1957. Las tiendas de departamentos comenzaron a usar bolsas de plástico a fines de la década de 1970, y las cadenas de supermercados las empezaron a usar a inicios de los años ochenta Afortunadamente muchos países se están concienciando prohibiendo las bolsas de plástico típicas y/o sustituyéndolas por bolsas biodegradables.
¿Qué podemos hacer?
Mientras las leyes no cambien, debemos tomar conciencia del peligro que representan y evitar su utilización, utilizando bolsas de otros materiales que podemos utilizar muchas veces al ir de compras.
Si usamos una bolsa de tela, podemos ahorrar 6 bolsas por semana, 24 bolsas al mes, 288 bolsas al año, 22.176 bolsas durante una vida promedio. Si solo 1 de cada 5 personas en nuestro país hiciera esto, ahorraríamos 1.330.560.000.000 de bolsas durante nuestras vidas. Otra posibilidad es tener cuidado en la forma que nos deshacemos de ellas, no las botes en el campo o la playa, intenta depositarlas en lugares habilitados para dejar basura. Otra forma muy útil es reciclándolas Las bolsas que traes de la compra utilízalas para depositar tu basura en vez de comprar más bolsas plásticas para poner tu basura dentro.
Y por último eduquemos a nuestros hijos en la importancia que tiene el cuidado de nuestro medio ambiente y del daño que estamos haciendo.
Si tomamos estas pequeñas medidas a nuestro alcance, que no suponen un gran esfuerzo y sumadas entre todos pueden evitar un enorme daño a nuestra madre tierra y a quienes vivimos en ella. Utilizar bolsas retornables no plásticas es una manera para colaborar y frenar la contaminación y mejorar el estado del planeta.
sylviaubal@gmail.com
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